Un legendario alpinista guatemalteco escala 14 volcanes en 14 días, este es el ascenso más rápido de la historia
Jaime Viñals es guatemalteco amante y experto al montañismo.
Este apasionado alpinista de 63 años lleva desde 1987 escalando algunos de los mayores picos del planeta, en el marco de sus increíbles viajes alrededor del mundo.

En el año 2001 se convirtió en la primera persona de América Latina en escalar el monte Everest, y la primera en hacer la ruta del Collado Norte. Con este asombroso viaje, también completó el reto de las 7 Cumbres Mundiales, en el que realizó su primer viaje alrededor del mundo para conquistar los picos más altos de cada continente.
Su impresionante historial de escalada, continuó al hacer cumbre en los puntos más altos de los Andes, los Alpes y el Himalaya, así como en los puntos más altos de las siete islas más grandes del mundo y de Centroamérica y el Caribe.

Para enero de 2023, ha dado tres veces la vuelta al mundo, convirtiéndose en la primera persona en completar la Trilogía Mundial, tras escalar las siete cumbres, islas y volcanes más altos del planeta.
Básicamente, si piensas en cualquier montaña de nivel, se podría decir que Jaime ya la ha escalado.

Sin embargo, a pesar de todos sus logros, este aficionado a los récords mundiales de Guinness World Records siempre quiso figurar en este deseado libro, y quería hacerlo representando con orgullo a su país natal, Guatemala. ¡Y, lo logró!
Así que organizó su ascensión más rápida, y quizá la más gratificante, hasta la fecha: el ascenso más rápido a todos los volcanes guatemaltecos.
El viaje llevaría a Jaime por los 14 volcanes más altos de Guatemala, dos de los cuales tienen actividad constante, así como por numerosas montañas más pequeñas de la región.
Cada uno de los volcanes más altos tiene más de 3.000 metros de altitud, y Jaime y su equipo tendrían que arrastrarse por estrechos senderos, por encima y por debajo de formaciones rocosas y a través de kilómetros de vegetación.

Sin embargo, Jaime estaba convencido de que podría subir y bajar los 14 volcanes en 14 días, así que empezó a prepararse.
El 24 de marzo salió a las 3.30 de la madrugada con su equipo para escalar su primer volcán: el Tacaná, el segundo más alto de Centroamérica, situado entre México y Guatemala.
Tras conquistar su primer volcán, el equipo se dirigió al sudeste para afrontar su siguiente reto: el volcán Tajumulco, que era escarpado y casi no tenía paradas para descansar. A continuación, se dirigieron al Volcán Siete Orejas, con sus siete picos accidentados.

El volcán número cuatro, se llama Santa María, que le proporcionó a Jaime una vista increíble de la cima del cercano volcán Santiaguito en plena actividad.
Los siguientes volcanes de Jaime -Cerro Quemado y Pecul- fueron más difíciles, con terreno variado y condiciones meteorológicas en constante cambio.
Pero ambos ofrecían unas vistas impresionantes:

Tras coronar el Pecul, el equipo se dirigió a la Horqueta, un punto que conecta ambos volcanes, y comenzó el ascenso al volcán Zunil. Desde el principio se enfrentaron a un terreno difícil, con empinadas pendientes de tierra seca y suelta que exigían un esfuerzo constante y una técnica adecuada para evitar resbalones. Pero finalmente superaron las dificultades, y Jaime dijo que "la sensación de logro y satisfacción era indescriptible.”
A continuación, se enfrentaron al volcán Cuxliquel, el volcán San Pedro y el volcán Atitlán, que fueron más fáciles pero aún difíciles, ya que el equipo tuvo cuidado de no resbalar en ninguna de las rocas sueltas esparcidas por los senderos.
A partir de ese momento, Jaime se preparó para sus últimas cuatro cumbres acampando una noche a 2.300 metros sobre el nivel del mar para descansar bien antes de subir al volcán Tolimán. Salieron de su campamento a las 3:00 a.m. para escalar el volcán boscoso y arenoso, que era muy empinado y resbaladizo.

Al día siguiente, Jaime quería conquistar en un día los volcanes 12 y 13, que eran también dos de las cumbres más famosas de Guatemala. Escalaron el volcán Acatenango a mediodía, pero inmediatamente tuvieron que iniciar el descenso si aún querían hacer cumbre en el Volcán de Fuego.
Doblaron la esquina del cráter y alcanzaron la cumbre del Volcán de Fuego a última hora de la tarde, y Jaime describió la emoción como “palpable”, diciendo “sabíamos que estábamos haciendo historia” y que iba a ser un momento memorable.
Y el 7 de abril, Jaime hizo cumbre en su 14º y último volcán, el Volcán de Agua, en lo que se convirtió en un momento increíblemente emotivo y alucinante para el ilustre alpinista.
“Sabíamos que cada paso nos acercaba no sólo a una cumbre más, sino a la culminación de un objetivo histórico”, dijo Jaime en un post en las redes sociales. “La emoción fue inmensa: abrazos, sonrisas y lágrimas acompañaron ese momento irrepetible”.
Reflexionando después, dijo: "Este ascenso representó la culminación de un ambicioso proyecto que exigió una meticulosa planificación, fortaleza física, resiliencia mental y, sobre todo, trabajo en equipo”.
“La cumbre del Volcán de Agua, más que una meta geográfica, simbolizó la realización de un sueño colectivo y la confirmación de que, con pasión, disciplina y perseverancia, los límites son solo una ilusión”.

Para celebrar este logro histórico, Jaime fue recibido en Antigua (Guatemala) por una gigantesca comitiva, en la que figuraban representantes de Guinness World Records, que le entregaron su anhelado certificado.

También fue nombrado por representantes del Estado ciudadano distinguido y embajador de Guatemala, un título que muy pocas personas pueden poseer.
Felicidades, Jaime Viñals, eres oficialmente asombroso.