split image of cristina calderon and yagan peoples

No hace falta ser políglota para hablar yagán, yagán, jagan, iakan, yámana, háusi kúta, yagankuta, tequenica y yapoo. 

Eso es porque todas ellas no son lenguas o dialectos diferentes. En realidad, son nombres diferentes de la lengua menos común del mundo: la lengua vernácula del sur de Chile, más conocida como yagán. 

Hasta su muerte, el 16 de febrero de 2022, Cristina Calderón, de 93 años, fue la última persona viva en hablar este idioma y conservar la cultura ancestral. 

Aunque ya no se habla esta lengua, aún sigue viva en los libros y en lo corazones de muchas personas. 

Abuela Cristina: Un símbolo de resistencia cultural

Tras la muerte de su hermana en 2003, Calderón, conocida cariñosamente como "Abuela Cristina" era la última persona en el mundo que podía hablar la lengua nativa yagán.

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La abuela Cristina murió en la región de Magallanes y la Antártida chilena debido a complicaciones del COVID-19.

Nacida en 1928 en Isla Navarino, una isla chilena situada en el extremo sur de Sudamérica, Calderón se declaró la última hablante de yagán, que no tiene forma escrita.

Para muchos, ella simboliza la resistencia cultural de las comunidades indígenas de Chile.

"Soy la última hablante de yagán", dijo a los periodistas en 2017. 

 

"Otros pueden entenderlo pero no lo hablan ni lo conocen como yo". - Cristina Calderón

Mamihlapinatapai: Más que una pérdida de la lengua

Derivada del yagán, la palabra "mamihlapinatapai" ostentaba en 1993 el récord de la palabra más sucinta.

Aunque se considera una de las palabras más difíciles de traducir, su interpretación romántica también la convierte en una de las más hermosas.

Considerada "intraducible", el término fueguino se utilizó para comunicar un concepto que carece de una definición exacta en la mayoría de las lenguas comunes.

El término se ha interpretado como una mirada tácita pero significativa compartida entre dos personas durante un momento privado, en el que ambos individuos saben que el otro entiende lo que se está expresando. 

Una de las razones de su popularidad puede haber sido su mención en el documental de 2011 Life in a Day.

Aunque se considera una de las palabras más difíciles de traducir, su interpretación romántica también la convierte en una de las más bellas. 

Considerado "sin traducción", el término fueguino se utilizó para comunicar un concepto que carece de una definición exacta en la mayoría de las lenguas comunes.

El término se ha interpretado como una mirada tácita pero significativa compartida entre dos personas durante un momento privado, en el que ambos individuos saben que el otro entiende lo que se está expresando. 

Una de las razones de su popularidad puede haber sido su mención en el documental de 2011 Life in a Day. 

Una de las escenas del documental, compuesto por videoclips de crowdsourcing retratan un día en la vida de personas de todo el mundo, incluye a una joven que habla sobre el significado, el origen y la posible pronunciación de mamihlapinatapai.

 

Yagankuta: La preservación de una lengua fueguina perdida

La abuela Cristina vivió su vida en la comunidad chilena de Villa Ukika y mantuvo las costumbres y creencias de sus antepasados. 

El pueblo yagán era nómada de la canoa que en su día remó por los remotos y aislados canales del archipiélago de Tierra del Fuego, en el extremo sur de la Patagonia, durante seis mil años.

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Se calcula que la cultura indígena contaba con entre 3.000 y 10.000 personas antes de que Argentina y Chile comenzaran a explorar Tierra del Fuego a finales del siglo XIX. 

Las enfermedades, viajes y la explotación provocaron un rápido colapso de su población, que en 1930 sólo contaba con 70 personas.

La presión para hablar la lengua nativa del país en el que viven y trabajan, y los prejuicios de la sociedad contra los grupos indígenas acabaron por llevar a los nativos de Yagán a abandonar su lengua materna.

Miembro activo de su comunidad, Calderón aprendió a hablar español con una amiga cuando tenía nueve años.

Trabajó durante muchos años tejiendo calcetines yaganes y haciendo cestas de caña, una antigua tradición indígena que la ayudó a mantener a su familia de nueve hijos y catorce nietos.

 

La abuela Cristina, le dejó al mundo un regalo histórico por el que debe ser recordada: un pequeño diccionario conocido como el Yagankuta, que ella ayudó a crear para conservar la lengua, con traducciones al español.

Sus esfuerzos valieron el reconocimiento de "Tesoro Humano Vivo" por parte del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile. 

En 2009, también fue declarada Hija Ilustre de la Región de Magallanes y de la Antártida Chilena.

Cristina Zarraga, nieta de Calderón, colaboró en el proyecto de transcripción e incluso creó un CD con palabras grabadas en yagán para acompañar el diccionario. 

Además de salvaguardar sus palabras habladas, Zarraga y Calderón también trabajaron juntas para preservar la cultura yagán editando un libro de leyendas, canciones y cuentos de la civilización.

 

"Con ella se va una parte importante de la memoria cultural de nuestro pueblo", dijo Lidia González Calderón, hija de la Abuela Cristina, en un tuit traducido del español. 

González Calderón espera que el diccionario conserve de alguna forma la lengua, que se consideraba "aislada" al no conocerse su parentesco con ninguna otra.

"Aunque con su partida se pierde un enorme conocimiento empírico especialmente valioso en términos lingüísticos, queda abierta la posibilidad de rescatar y sistematizar la lengua".Lidia González Calderón

En la actualidad, hay pueblos yaganes que no hablan la lengua, pues lentamente llegó su extinción en el transcurso de múltiples generaciones. 

En un tweet dirigido a la familia Calderón, el presidente chileno Gabriel Boric Font dijo que el legado y las enseñanzas de Calderón seguirán vivos a pesar de su muerte.

González Calderón dijo que la muerte de su madre era una "triste noticia para el Yagán".

"Todo lo que haga en mi obra será en tu nombre. Y tu pueblo también se verá reflejado en él". ;Lidia González Calderón

Aunque ahora es una lengua perdida, el yagankuta servirá de recuerdo oficial de Yagán, manteniendo vivo su léxico a través de quien intente recuperar el legado de la abuela Cristina.