Muchas personas han oído hablar de las siete cumbres del mundo, pero pocas han oído hablar de los siete mares.
Es un desafío de natación en maratón que convoca a nadadores de todo el mundo: incluyendo el Canal Norte, el Estrecho de Cook, el Canal Molokai, el Canal Inglés, el Canal Catalina, el Canal Tsugaru y el Estrecho de Gibraltar.
Lograr conquistar al menos un canal no es una tarea fácil: aparte de los depredadores del océano abierto y las diferentes temperaturas del agua, una persona que aborde los siete canales debe estar preparada para nadar hasta 12 horas o más a la vez.
La hazaña es tan peligrosa como valiente, y es por esta razón que en el día de GWR destacamos el "Espíritu aventurero" como la temática de este año, reconociendo a una de las aventureras más valientes en conquistar los siete mares: Elizabeth Fry.
Si bien sus títulos oficiales de GUINNESS WORLD RECORDS son para la mujer más longeva en nadar los siete mares y la persona más longeva en nadar los siete mares (a una distancia de más de 200 km / 126 millas) a la edad de 60 años, Liz ha estado nadando toda su vida.
“Primero, me metí únicamente a nadar impulsada por mis padres. Mi madre nadó y crecimos en Long Beach en Long Island (Nueva York), que tenía un oleaje bastante fuerte. Así que mis padres pensaron que por seguridad de los cinco niños era mejor que tomaran clases de natación. Yo quedé con ese gusto hasta los 60 años. Me encanta."
De sus cinco hermanos, Liz se sintió atraída por el agua a una edad muy temprana. Ella recuerda pisar la playa y correr hacia las olas del océano con mucha confianza.
"Ni siquiera me di cuenta si el agua estaba realmente fría o incluso muy salada. Era fuerte pero realmente ... silencioso al mismo tiempo. Cuando era pequeña me encantaba hacer body surf, pero no me sentía bien a menos que tuviera dos libras de arena en mi traje.".
La madre de Liz pudo haber sido la razón por la que comenzó a aprender a nadar, pero fue realmente su padre fue quien la inspiró a comenzar a nadar en maratón.
Dio el salto de nadar vueltas a nadar millas después de escuchar a su padre hablar sobre el Canal Inglés.
“Mi primer objetivo cuando era niña era nadar en el Canal Inglés. Mi padre era británico y cuando eramos niños nos decía: saben que estas cosas de la piscina están bien, pero para ser un verdadero nadador tienen que nadar el Canal Inglés y eso fue lo que siempre permaneció en mi mente."
Después de ver imágenes de famosos nadadores del Canal Inglés colgados en las paredes de la cabaña de un campamento de natación canadiense al que asistía en los veranos, Liz estaba enganchada, sabía que un día cumpliría con los deseos de su padre.
Para lograr aumentar su fuerza, acondicionamiento físico y comenzar a nadar maratones, nadó por lagos abiertos y océanos de agua salada para comenzar a practicar.
Encontró grupos de personas que disfrutaban nadando en aguas abiertas y ayudaban a alentar su misión; algunos incluso habían nadado antes en el Inglés.
Debían tomarse medidas importantes de precaución para realizar una maratón de natación, que incluiría un entrenamiento adecuado, tener un compañero que pudiera rescatarla si fuera necesario, logística de viaje y conocer direcciones de la corriente de agua, vida marina, etc.
"Hay muchos factores a considerar, pero considero que soy una de las personas más afortunadas del mundo en estar en la línea de salida de esa carrera de maratón". Eso es lo que pienso cada vez antes de entrar en el agua y zambullirme. Creo que soy la persona más afortunada en tener esta oportunidad ".
Esto fue lo que tuvo en cuenta para hacer su intento de récord de GUINNESS WORLD RECORDS, donde necesitaría coordinar viajes alrededor del mundo y nadar en situaciones de aguas abiertas muy diferentes.
Uno de sus mayores temores era nadar en el Canal Norte, ese sería su último intento.
Para ese intento, Liz tuvo que adaptarse a temperaturas muy frías de 11-14 grados centígrados, y golpeó numerosas cantidades de medusas, lo que siempre fue una gran posibilidad para los nadadores de aguas abiertas.
"Habían un par de nadadas que tienen muchas medusas, viene con la natación, viene con asumir estos desafíos". Sabias que te iban a picar. Algunas personas no reaccionan, yo soy una de esas personas que reaccionan. Incluso en el canal de norte donde las picaduras son realmente fuertes, eventualmente se volvieron tolerables. Realmente solo estás pensando en lo maravilloso que es nadar, el agua, y hacia dónde van tus manos. Por mucho que hubiera muchas medusas, el agua estaba fantástica”.
Liz le agradece a su hermana por su seguridad en cada nadada. Ella era la capitana y confidente, siempre se aseguraba de tener listo todo lo que necesitara, incluida su alimentación, medicamentos y otros elementos esenciales. Ella había estado allí desde el principio cuando Liz decidió intentar su título récord y abordar lo siete mares.
Pero, aunque Liz había temido al Canal del Norte y amaba el Estrecho de Tsugaru, recordaba las palabras de su padre, sentía que el Canal Inglés era el "Everest" de todos ellos.
El canal es conocido por ser muy frío, duro e implacable en términos de condiciones, lo que es suficiente para disuadir a cualquier atleta.
Pero para ella fue lo más especial, ya que no solo fue su primer nado de los siete, fue el que su padre pudo verla lograr.
Esperaba nadar el lapso en 11-12 horas según su ritmo de práctica, pero logró nadar todo el canal Inglés en 9 horas.
Para Liz, la sensación de salir del agua era una felicidad inmensurable, ya que no solo había logrado cumplir con las palabras de su padre, sino que también pudo verlo esperándola en la línea de meta.
Con lágrimas en los ojos, describió el momento de ver la expresión de alegría y orgullo en su rostro cuando la vio cruzar la meta.
Ahora, Liz está agradecida por la experiencia que experimentó al convertirse en la persona más longeva en nadar los siete mares.
Ella espera que sea un récord que inspire a otros a perseguir sus deseos y aliente a la comunidad de natación a esforzarse para lograr sus propios títulos de récord.
"Me gusta ser la persona más vieja en haber logrado este título de récord porque no me veo deteniéndome pronto. Puede que tenga 60 años cuando al haber completado el maratón de los siete mares, pero siento que estoy nadando como si tuviera 40 años. Simplemente es una muestra de cómo los 60 son los nuevos 40, no hay razón para dejar de hacer lo que amas ".
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